Hacia tu encuentro



a goethe
el camino del pantano
traicionero y maloliente
como un viejo caballo malo
llevaba mis pasos dudosos
corcoveando
y mi corazón acompañaba con ansia
remontando la huella hacia tu encuentro

si un criminal hubiese salido
y me hubiese enfrentado
mi puñal no habría dudado
si una fiera se hubiera presentado
con dientes blancos de rabia
mi mirada de amor
la hubiera hecho gemir

la luna era turbia
con tules de nubes densas

en medio de un millón
de pestañas
de oscuridad
vi un sauce llorando sobre el barro y la tiniebla
oí el aullido del lobo
carne cruda tocando mis tímpanos

el farol que me guiaba
vaciló como mi cuerpo
sentí la presión y la humedad de la ciénaga
subiendo por mis botas
no
 me dije
quise sacar una pierna
no pude
intenté con la otra
solo logré ensuciarme más
y dejar inservible mi luz
y hundirme   
hay
un poco más
ya me rendía
ya desfallecía
aterido y solo
no sé el tiempo que pasó
siglos quizás eones
mis sienes palpitaban
bum bum bum bum
y mis huesos se acostumbraban
a las humedades y las fragancias de aquella tumba
y en el límite de mis fuerzas
cuando ya no quedaba nada en mis músculos
vi la pequeña luz de tu vela lejana
y fui feliz
y reí
habías ido pequeña mía
habías logrado llegar
allí estabas al alcance de mi mirada
de mi corazón afiebrado

entonces con el último aliento de mi vida
tomé las ramas del sauce
que me hizo una reverencia
y logré salir
sucio
mojado
embarrado
al borde de la enfermedad
un condenado que huye de su calabozo

corrí y pude llegar y besar tu vestido
y entonces tu sonrisa
ah
hasta plutón habría suspendido
los suplicios mientras durara ese momento
y tus manos se tendieron
hacia la mugre de las mías
y mis mejillas
tocaron

las bañé con lágrimas de amor


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