tirano


dulce esquema del amor
tacho lo que no puedo temer
escrúpulo de lo vivido
espina más allá de mi piel
don y néctar
“tirano de aquellos pétalos
cuatro veces fuiste cruel
barriletes de dolor te acusan”
dostoievski sabía de esto
porque el lampazo en el alma te hace
corcovear

grito

lo que llevamos en el corazón
nos da la fuerza
para vivir
gritaste en aquel pozo
pensabas que te oiría
el ánima que allí habita
mas olvidaste su sordera

mil inviernos


mil inviernos
envenenaron
los huesos
de esta casa
mas tinta alguna
ha de solucionar
ninguno
de sus
muros
las puertas
de las excusas
se abrieron a las
mañanas
la cocina
del dolor
ya está limpia
los rincones
del llanto
secos
cortinas nuevas
con olor
a destino
y una vereda
con los jazmines
de tus ventanas
que me llevan
hasta un
hogar




La pobrecita



In  memoriam  A.  Yupanqui
Niña, china mía, que esperas al fin
de este camino de piedra y fierro,
te acurrucas fría de mi amor, lejos
de estas torpezas que son mis versos.
Nena lejana, no distingues mi calor de marfil

porque lucho contra mi propia pobreza,
que es hija de la lejanía, de otro pueblo, una pena,
y de otras razones más fieras.
Pena, de tus bracitos, hueca...

Niña linda nunca olvidaré esa fiesta,
tus manos volando, saludando en el amanecer...

Para que mi alegría sea más leve
recordaré mi condena de no tenerte,
con mi sudor de caminar, sólo y áspero.

Niña, seguro allá me aguardas bajo tu cielo...
Si eres una virgencita, que sigue mi rastro con celo!

Soy el perdido y pecador peregrino andariego
que vale menos que su pena,
y que en la tierra, ni un castigo encuentra,
por haberte dejado, mi pobrecita nena...


bailando



estoy bailando
en serio
me río y bailo
cada tanto aplaudo
miro al cielo y agradezco
bailo bailo bailo
como decía alí
estoy acá y allá
soy el aire
            una mariposa
que baila
y goza
siento la danza
la música en la panza
como porcel
rodeado de gatitas
y de ratones



Pares de lo real / Cepas sin capital



Anota y espía / Cuenta y destina
Ataca al calor / Mete pavor
Deja pastillas / Suda y camina
Diente y encía / El tema lastima
Mata al panzón / Con su talón
Bebe y destila / Aquello que trinas
La lluvia paró / Sin despertador
Loco escalón / Forro y tropezón
Escupe tu firma / Atacan tus limas
Descubre el barro / Del vecino pavo
La linda piba / Trama una ruina
Muerte y comida / Gel y saliva
Desnudo el campo / Somete al espasmo
La primavera destila / Sus uñas divinas
Cincuenta y cuatro / Con dieciocho partos
Lame el champiñón / Trasparente cabezón
Ninguno culmina / Las extrañas espinas
Aparecen los ratos / Vida de gatos
Cárcel y caldo / Living y saldo
Lógica y escupida / Lomo y bayaspirinas
El dolor asado / El horror volado
Pulmón y gargajos / Sola y garbanzos
Toca el tambor / Baila el salón
Además de alfajor / Fruta y dragón
Cilicio y barriga / Cruz sin mila
Vino y semillas / Girasol y sandía
Claras retinas / Describen justicias
Sonido y furia / Aliento y libra
El vestido salpica / Mueve y culmina
Gotas de furor / Botas de calor
Bosta de error / Trota el tambor
Sopa de pasión / Copa de traición
Ropa de campeón / Tropa de intuición
Escribe versos / Escupe insectos
Doble desilusión / Triple atracción
Un día seguir / Elefante y maní


No temas mi amor



No le temas a los diablos, mi amor, que llevo en mi alma.
Ella es grande, tanto como mil castillos,
y tú puede, en ella, vivir en tu jardín con tus manos claras,
y ellos pueden rechinar sus dientes en sus rincones, en países lejanos.
Hoy, mi tesoro, estás en mi alma, muy cómoda,
iluminada por la luz de mi amor puro, divino,
y no debes temer la cara de esos satanes pelados y escuálidos, gruñones…
“Pero son malos” dirás. “Es cierto” te responderé.
“Esa es su naturaleza y la que llena esos lugarejos
que también son míos”.
“Entonces, eres también maldito,
pues ese espacio, dices, es tu alma,
y tú le das hospedaje si echarlos” dirás.
“Sí, tienes razón, soy un maldito,
pero quédate tranquila, ellos no pueden ver tu belleza de frente,
ellos son peores que yo” te diré.


en la encrucijada



el dios de los colores y los collares
viene flotando flotando
trayendo su aliento
colorinche risueño
suenan pajaritos
la diosa de los eructos y los empujones
se despertó
en celo
(debe ser el ciclo)
anda desesperada con sus ruidos
y regurgitaciones
y puteadas
se cruzan se aman se acongan se aparean
se escupen se oliverian se mecen
se expulsan se imprustran se tuercen
se muzan se odian se alejan
queda ahí en la encrucijada
el diosito/a de los vómitos  y los martillos
parece la mascota de los excesos


tirano



dulce esquema del amor
tacho lo que no puedo temer
escrúpulo de lo vivido
espina más allá de mi piel
don y néctar
tirano de aquellos pétalos
cuatro veces fuiste cruel
barriletes de dolor te acusan
dostoievski sabía de esto
porque el lampazo en el alma te hace
corcovear


Estremeciéndome sobre el suelo oscilante con el cuerpo inclinado soy



Sobre el suelo oscilante
Con el cuerpo inclinado
Estremeciéndome
Soy como aquellos candados
A los que ninguna llave
Ni cualquier clave
Puede someter a su hado
Soy como un mártir olvidado
Balanceándome
En vano vacilante
Sobre el patíbulo colgado
Soy como ese suelo atormentado
Por espinas lacerantes
Por lagos estancados
Esta tierra siempre oscilante
Este mi cuerpo siempre inclinado
A veces me dejan ver adelante
A veces creo estar retrasado
Aún así voy de buen talante
Alentándome
No soy de ningún lado



Hacia tu encuentro



a goethe
el camino del pantano
traicionero y maloliente
como un viejo caballo malo
llevaba mis pasos dudosos
corcoveando
y mi corazón acompañaba con ansia
remontando la huella hacia tu encuentro

si un criminal hubiese salido
y me hubiese enfrentado
mi puñal no habría dudado
si una fiera se hubiera presentado
con dientes blancos de rabia
mi mirada de amor
la hubiera hecho gemir

la luna era turbia
con tules de nubes densas

en medio de un millón
de pestañas
de oscuridad
vi un sauce llorando sobre el barro y la tiniebla
oí el aullido del lobo
carne cruda tocando mis tímpanos

el farol que me guiaba
vaciló como mi cuerpo
sentí la presión y la humedad de la ciénaga
subiendo por mis botas
no
 me dije
quise sacar una pierna
no pude
intenté con la otra
solo logré ensuciarme más
y dejar inservible mi luz
y hundirme   
hay
un poco más
ya me rendía
ya desfallecía
aterido y solo
no sé el tiempo que pasó
siglos quizás eones
mis sienes palpitaban
bum bum bum bum
y mis huesos se acostumbraban
a las humedades y las fragancias de aquella tumba
y en el límite de mis fuerzas
cuando ya no quedaba nada en mis músculos
vi la pequeña luz de tu vela lejana
y fui feliz
y reí
habías ido pequeña mía
habías logrado llegar
allí estabas al alcance de mi mirada
de mi corazón afiebrado

entonces con el último aliento de mi vida
tomé las ramas del sauce
que me hizo una reverencia
y logré salir
sucio
mojado
embarrado
al borde de la enfermedad
un condenado que huye de su calabozo

corrí y pude llegar y besar tu vestido
y entonces tu sonrisa
ah
hasta plutón habría suspendido
los suplicios mientras durara ese momento
y tus manos se tendieron
hacia la mugre de las mías
y mis mejillas
tocaron

las bañé con lágrimas de amor


poeta estúpido



He detenido la corriente de los tiempos
He usurpado la casa de la nada
He fumado los grandes libros escritos en oro
He traspasado las puertas de la conciencia
He entregado monedas por mis almas que no alcanzan
He hecho mundos imbéciles
He tragado la inmundicia de la inteligencia...
porque me he vestido con ropas de ruidosos labios
y no he sacado la basura de mis bolsillos flacos.
Pero un día caminaré por el carnaval de una calle
alguno me mirará sin rostro, y mi deformidad sin risa ni mueca
masticará el aire pero no podré cantar ni bailar mis poemas rotos
pues mi saliva no tiene el puro sabor de las cosas,
de las indecibles y de las otras, las estrellas y las cacerolas,
las espumas llenarán incandescentes vasos de curvas bocas,
y mi sed no perecerá nunca...


Adivinanzas




Largo, largo como un camino;
va y viene, sólo para abajo;
redondo, redondo como un anillo;
pescuezo largo como el del diablo.
(un pozo)


Para unos es el nido o
una cajita grande o chica,
puede estar en cualquier lado
o en uno solo, que es el lugar del fuego.
(la casa)



Instrucciones



1- Aplicar el spray en la zona afectada hasta que humecte.
2- Rociar con flúor 2.0 si dejar que la piel enrojezca.
3- Frotarse mientras se aplica en el sector las dosis de acetilmielosomina indicadas.
4- Mover los miembros que la componen. No dejar en reposo durante el tratamiento (recuerde cada movimiento es necesario, único e irrepetible).
5- Dejar reposar y luego observar la zona afectada durante el tiempo en que se eleva.
6- Una vez logrado el efecto deseado ejercitarlo adecuadamente. Si llegan los añicos, consulte a la brevedad con un especialista. No se automedique.


la nariz colorada



aunque le duele la nariz
el payaso ríe y no está triste
aunque le duele la nariz
baila baila chistes ruidos despide
aunque le duele la nariz
muchos aplauden muchos ríen
aunque le duele la nariz
corretea salta grita el payaso
aunque le duele la nariz
con un globo largo hace un caballo
aunque le duele la nariz
un niño lo abraza dice te amo
aunque le duele la nariz
el payaso risueño muy alegre
aunque le duele la nariz
a todos sonríe su boca leve
aunque le duele la nariz
a su amor extraña
aunque le duele la nariz
a nadie dice a nadie habla
aunque le duele su nariz


Haikus



1
Al leer tu mensaje
Esta noche nos vemos allá
Sonreí mariposas


2
En una película
Dos autos chocaban oscuros
Juntos hasta el fin


3
Los varios besos
Que me diste anteayer
Son agua santa

corazón de perro



mi corazón de perro
corre
mil carreras en un solo camino
acá dentro
a veces se muerde la cola
a veces le duele
si aúlla de hambre
no
te compadezcas
es un malcriado por el dolor
¡qué perro este mi corazón!
¡pedir comida a cada rato!
dale sal
arrojále un pedregullo
si tiene todo
¿qué más quiere?


vino dulce



odres preñados de un vino dulce como una llanura desbocada
imperfecto porque también es la muerte morbosa
al aire continuamente resuenan las campanitas para el banquete
goloso deleite mientras rabiosas mandíbulas ríen y muerden
el néctar que se derrama por tripas que se podrirán
tras cuarenta días en los desiertos pelados de las tumbas
llegan bailando los monjes de dioniso
con sus rostros colgando como palos flácidos
escupen fuego blanco que baña
a las mujeres viejas revolcadas que tragan aquél vino
mientras nacen multitudes de sus vientres secos
gentes con rostros como rocas sin forma
que rebotan en alegrías y destrucciones que juegan
juegos
desnudos con sus madres y con sus padres
y todos nos abrimos a la introducción del juego
fanáticos de la carne y del dolor de las fiestas
la risa que es fuerza de lucha con la naturaleza
que como un hostil dios se esfuerza en oposición seria
y al fin el aliado vencedor llega el más campeón
de mueca interior
el oloroso y dulce vino


Historia del sombrero y la vaca o Los dos amigos que se pelearon primero y se amigaron después



Al llegar esta mañana
a la escuela muy temprano,
me crucé con Mariana
que es amiga de mi hermano.

Ella traía un gran sombrero
dorado con 15 rojas plumas,
dijo “se lo quité al carnicero
se puso loco como un puma”.

Con cara de mala se reía
y acariciaba su sombrero…
Le dije “no seas arpía!,
vos sabés, pobre carnicero,

llora y llora por siglos cual chiquilín,
ya cortar carne no lo alegra,
ni siquiera comer un chinchulín,
sé que el penar lo desintegra”.

Ella me miró con ojos crueles
“A mí eso no me importa.
Él empezó, él sabe, todavía me duele…
Se comió mi vaca verde, no sé, que coma torta

Si quiere estar contento”
Y ahí apareció Fernando,
el carnicero, triste y lento,
en su bici arcoíris pedaleando.

“Mariana, te pido por favor mi tesoro,
es lo más lindo que tengo,
aunque no sea de oro,
de la angustia no me contengo”.

Y al verlo lloroso y arrodillado,
Mariana, la amiga de mi hermano,
le entregó el sombrero dorado
con dulzura en sus manos.

Fernando acarició su sombrero
con suavidad, y como nunca le sonrió
“Gracias, lo necesitaba porque quiero
arreglar algo malo que hice y me dolió.

De ahora en más, cuando me tenga que alimentar,
pensaré que esos seres como yo pueden soñar…
creo que de eso se trata, de no ser criminal,
de comprender que el dolor es el mal,
y lo que daña adrede, y con ánimo de ganancia,
y lo que come hasta que su panza sea una estancia”.

Entonces de sus manos surgió una nube rosa,
y en medio del humo un mugido
verde se escuchó ¡cosa maravillosa!
Era la verde vaca de Mariana, ¡había volvido!

No la había perdido, pero ¡qué alegrón!
Y ahí nomás, todos nos pusimos,
Con el sombrero dorado y la vaca verde,
a cantar una alegre canción,
convencidos de que nada se pierde,
y  una hermosa ronda hicimos,

Mariana y su vaca bailaban
junto al sombrero y a Fernando
todos en la escuela festejaban…
todos estábamos cantando
“¡Vivan los colores, viva la alegría!
Somos todos amigos,
se fueron los enojos desde este día,
ustedes son testigos
 ¡Vivan la alegría y los colores!
cada vez que viven la magia y la amistad,
se apagan los dolores,
y bebemos de la libertad”